La Onda Encantada del Guerrero Amarillo

From: Juan Carlos Gómez Gómez
Entre los veinte sellos solares o pulsaciones venidas desde el Sol Central de la Galaxia, es ésta la ocasión de conectarnos, por los próximos trece días, con la inteligencia primordial de este Guerrero que viene a entregarnos, desde su inmensa madurez amarilla, la fortaleza que nace desde la lealtad absoluta, desde la fe más firme, desde la certeza lograda después de cuestionarlo todo, es este guerrero que desde su presencia infranqueable, nos enseña la fortaleza del convencimiento, del saber que aquello que ha de continuarse como acción, está revestido de toda la visión que provoca la falta del temor que aturde o que obliga, desde la prisa a actuar sin ver todas las relaciones y las consecuencias.
Nos ocurre demasiado a menudo que somos conscientes de lo que debemos hacer por nuestra ascensión y que ello, muchas veces requiere sacrificios, dejar atrás, tomar determinaciones tajantes, definitivas, atreverse, pero no lo hacemos entero, lo hacemos en la cabeza. Ahí todo parece una batalla contra los molinos de viento de la cual salimos triunfantes pero en la realidad los cambios no se producen, como que todo sucede en un plano mental, en un plano de interrelaciones del pensamiento, pueden incluso convertirse en textos muy hermosos o muy revolucionarios, pero la transformación no ocurre, la dejamos para después, justificamos el que sólo sea hasta la mitad o tal vez menos, es que esto, es que aquello, pero allí se queda. La verdad es que desde la perspectiva del guerrero tampoco se trata de tirarse con los ojos cerrados al abismo, bajo la convicción de que la fortaleza y la capacidad física o espiritual habrán de protegernos y evitarnos el porrazo que nos espera al final de la caída, el guerrero es astuto, es un estratega que delimita sus acciones en una forma inteligente, en una forma que reviste sabiduría profunda, convencido de cuál es su meta definitiva, convencido de cuál es el camino más apropiado para alcanzar el éxito, fortalecido ante lo que sabe que habrá de venir, apegado a la lealtad por su señor, que es su propia alma, entonces toma sus armas y sin causar mayor daño, sin usar la violencia, sin destruir, avanza seguro y no cede, no se entrega, no se queda en la mitad del camino rezongando por la mala suerte o renunciando porque lo que busca no se ha cumplido.
De alguna manera las metas humanas de hoy día están llenas de consecuciones concretas, de metas materiales, de adquisiciones y dominios, de posesiones y de posiciones, el guerrero del que nos habla el universo está lleno de amor, está lleno de deseos de justicia al querer que se dé a cada uno lo que le corresponde y especialmente a él mismo, pero está libre de la red que atrapa con conceptos y deseos al que no es guerrero, entonces quiere algo más grande, algo que está más allá de los límites humanos, que trasciende su pasada por este mundo sin dejar de estar en él.
El guerrero amarillo que hoy nos llama a seguirlo nos invita a cuestionarnos muy profundamente, cuánto de lo mucho que queremos es lo que realmente nos falta para lograr la ascensión a la que estamos llamados, cuánto de lo que queremos lograr es lo que nos va a servir para estar más libres y poder ir más lejos, cuánto de la justicia en que creemos se consigue con peleas que no llegan a ninguna parte, cuánto del ideal que nos sirve como adarga o como escudo lo guardamos en la vida cotidiana y en ella nos movemos como el resto sin querer decir quienes somos o aquello en que creemos, cuantos guerreros hay que sacan sus vestiduras de caballero cuando se encuentran a solas o cuando se reúnen en una convención de caballeros a la cual llegan todos de civil y sólo en el recinto protegido se disfrazan, pero una vez finalizado el evento guardan toda la indumentaria y son otra vez una sombra más entre las sombras, cuántos seres de luz se iluminan en espacios cerrados con otros seres iguales y por la calle son grises como todo el mundo, cuántos sanadores estarán al lado tuyo y tú no sabes, cuánto de tu ser superior está guardado, le crees de repente, de repente se sale y hace un acto maravilloso pero después se guarda y se duele allí adentro porque no le crees y porque no lo dejas que brille como se merece, cuantos no se niegan su divinidad y entregan su fe a un dios que es alguien que está afuera y a quien se le atribuyen poderes que son propios de quien los atribuye y vamos por ahí proyectando lo que somos en otros, para que otros lo hagan porque no nos atrevemos a hacerlo nosotros.
Este es el llamado de este maravilloso sello, atrévete, atrévete entero, no te ocultes, no te guardes, no temas que te reconozcan en la calle, no te calles lo que tengas que decir cuando haga falta, está claro que hay mucha gente en el planeta que en esta Onda Encantada trabajará en una vibración más alta su valentía, su osadía, su cuestionamiento, que ya no estará batiéndose con la indumentaria ni con las circunstancias, que ya irá con su simpleza repletándole el ser entero y que no estará pensando en mañana ni en antes, que estará presente ahora, haciendo de este único momento la gran batalla y que lo hará en cada uno de esos momentos, a ellos también les va esta información para que la trabajen desde la dimensión en que se mueven, pero el mensaje que se ha querido retratar con estas palabras va para un inmenso grupo de personas que no creen en su poderes divinos, que no gozan de la intrepidez de saberse guerreros, que no se atreven a cuestionárselo todo, incluso esto, porque aquí no viene una receta de cómo hacerlo, aquí sólo viene un hazlo, un no dejes de hacerlo. En estos días el universo te apoya con su fuerza, te invita a que te enfrentes contigo, con tus fantasmas, con tus miedos, con tus dudas, con tu falta de fe en ti mismo y en ti misma, también con tus certezas tan acabadas, que a lo mejor no lo son tanto, no te olvides que mientras vayamos de viaje, todo está por cambiar. Está todo dado para que te enfrentes con todo, nada está ahí intocable, nada está ahí adorable, nada está ahí memorable. Todo está para ti, para que tú lo cuestiones, para que reconozcas para qué te sirve y si te sirve, lo uses, pero que no te lo guardes, ni lo atesores, para que sea un arma, una herramienta necesaria, nada más y después la dejas, eres un guerrero, debes asumirlo en estos días y recordar desde tu esencia ese momento en que decidiste tu batalla y darla, no tienes que cegarte con violencias, ni con pasiones ni con una actitud de hierro, tienes que ser inteligente, saber reconocer en la ternura, en la templanza y en la flexibilidad de un delgado tallo, la estrategia que te alza hacia lo que tu corazón más ama y que más paz te entrega.
Es el tiempo, es el mejor de los momentos, adelante.
DRAGON RESONANTE ROJO